Una vez más
Aun sabiendo que nos tenemos que despedir, seguimos viéndonos.
Reencuentros álgidos.
Momentos para no olvidar.
Pero se acerca el momento, se hace tarde ya, va llegando, ya...
y es cuando nuestras miradas y nuestras voces se apagan.
No querer mirar.
No querer decir.
No saber a dónde mirar.
Y no saber qué decir.
Y cuando ya no estás, me arrepiento de no haberte mirado más...
de no haberte dicho ná.
Pero otra vez, volverá a ser así.